La semana pasada asistimos al webinar ‘El triunfo de las habilidades. Descubre cómo evaluarlas’ impartido por Isabel Iglesias, de la consultora de recursos humanos Sirania, quien analizó las ventajas de la entrevista por competencias o soft skills en lugar de usar el método tradicional.
Principales diferencias
La entrevista clásica es aquella en la que se pone el foco en los conocimientos y experiencias del candidato, mientras que la de competencias busca ir más allá. En este segundo tipo de entrevista las preguntas están más enfocadas hacia que el candidato explique cómo se ha comportado y ha actuado ante situaciones concretas pasadas. Es un tipo de entrevista más práctica pues, de esa manera, el reclutador puede conocer más cosas del candidato y profundizar sobre ello.
La entrevista tradicional presenta también ciertos problemas a los que se tiene que enfrentar. Entre ellos, los más destacados son:
- La manera de recoger la información es poco rigurosa.
- La actitud del reclutador interfiere en la interpretación de las respuestas del candidato.
- Los entrevistadores están más influenciados por las respuestas desfavorables del candidato en lugar de en las favorables.
- La idoneidad del nuevo talento la toman en los primeros minutos.
Esta técnica se lleva utilizando desde hace muchos años, pero ha sido en nuestros días cuando ha vuelto a resurgir. Hasta el momento, las empresas se basaban en los conocimientos y experiencias de los candidatos mientras abandonaban las soft skills o habilidades blandas, en español.
Además, la manera de desarrollar este tipo de entrevistas es diferente. La entrevista clásica suele tener un carácter más estructurado basado en un guion de preguntas cerradas del que apenas se sale mientras que la de competencias mantiene una estructura más libre en el que la clásica.
Sobre las soft skills
Las soft skills son “una combinación de habilidades interpersonales, sociales, comunicativas así como rasgo de la personalidad, actitudes, atributo profesional, inteligencia emocional y social que facultan a las personas por su entorno”, según expuso Iglesias en su presentación.
Además, hay que complementarlas con los conocimientos y experiencias pues, de esta manera, conseguiremos desarrollar la entrevista ideal. Pero, ¿de qué está compuesta una competencia?
- Saber -> Conocimientos
- Querer hacer-> Motivación
- Saber estar -> Cultura y normas
- Saber hacer -> Habilidades o destrezas
3 consejos para superar este tipo de entrevistas
Conocerse a uno mismo
Este paso parece obvio, pero no lo es. Además, es imprescindible ante cualquier proceso al que nos enfrentemos, aunque más si es de este tipo. Pregúntate absolutamente todo: qué es lo que se te da bien, qué es lo que debes mejorar, por qué has tomado esas decisiones y lo apuntes todo en tu papel. El conocimiento sobre uno mismo es fundamental para cualquier ámbito de nuestra vida y para enfrentarnos a nuevas situaciones complicadas de la mejor manera posible.
Preparar las respuestas
Este tipo de entrevistas se basa mayormente en poner al candidato ante situaciones reales que haya vivido para conocer la reacción que tuvo. Por ello, antes de ir a la entrevista de trabajo procura pensar en todas las preguntas que te pueden hacer y en cómo las contestarías. Esas situaciones imposibles que se te están pasando por la mente pueden planteártelas en la entrevista.
Anticípate a las preguntas
Estas son las preguntas más repetidas en este tipo de entrevistas:
– Cómo gestionarte un proyecto con un tiempo muy ajustado sin descuidar tu carga de trabajo habitual.
– Un ejemplo de una tarea compleja y cómo lo ejecutaste.
– Si has tenido que trabajar en varios proyectos simultáneos y cómo te has organizado.
Se tú mismo
Tienes que tener muy claro que cuando te presentas a una entrevista de trabajo los reclutadores no solo quieren evaluar tus conocimientos y competencias, sino que también están contratando a su nuevo compañero. Por lo tanto, muéstrate como tú eres, sin sobrepasar la línea de lo profesional y recordando en el entorno en el que estás.